jueves, 24 de abril de 2014

Confianza interior, un ejercicio para alcanzarla.




El objetivo de este ejercicio es conocerte mejor, reforzar tu juego interno, aprender a identificar algunas de nuestras creencias limitantes y la percepción negativa que podamos tener de nosotros mismos, cambiar esa mentalidad, e internalizar ese cambio.
Surgió originalmente como una dinámica para ayudar a un amigo que tenía algunos problemas con su inner game, y que después de hacerle algunas preguntas, identifiqué como una necesidad que el tenia de cambiar su manera de percibirse a si mismo. En su interior, el deseaba esa confianza propia, pero sus creencias limitantes lo mantenían incrédulo e inseguro.
Esta técnica le permitió identificar estas creencias, y reemplazarlas por otras más adecuadas. He aquí como hacerlo:
Primero debes despejar tu mente. Puedes hacerlo en cualquier lugar, pero lo ideal sería uno donde puedas estar a solas, y sin distracciones. Tu habitación o un escritorio aislado servirán.
Apaga la televisión o la radio. Cierra la puerta para reducir el ruido que venga de fuera.
Ahora, en un papel escribe todo lo que te gustaría cambiar de ti. Deja algo de espacio entre cada anotación. Apunta todo lo que te venga a la mente, por mínimo o ridículo que te pueda parecer. Puede ser algo de tu personalidad, tu físico, o de tus capacidades, por ejemplo, ser más extrovertido, social, o menos enojón. Incluye también cosas que te parezcan difíciles de cambiar, o incluso cosas que no puedas cambiar, por ejemplo, tu estatura.
Lo que no debes de incluir, son cosas que no tengas o no hayas hecho aún, por ejemplo, hablar francés. Lo que puedes hacer en estos casos es cambiar el sentido de la frase para que sea algo que ya sea parte de ti, y desees cambiar, por ejemplo ‘mejorar mi habilidad para expresarme en otros idiomas’.
Deja que la lista crezca tanto como sea necesario. Haz una evaluación completa de todas las áreas de tu vida y escribe lo que te venga a la mente. Puedes volver a esta lista más tarde si se te ocurre algo más.
Bien, agregando algunos más a los ejemplos que ya mencionamos, nuestra lista de demostración quedaría así:

  •   Ser más extrovertido.
  •   Ser menos enojón.
  • Relacionarme fácilmente con el sexo opuesto.
  • Ser más alto.
  • Expresarme fácilmente en otros idiomas.


Ahora, junto a cada entrada de la lista, apunta todas las posibles soluciones que te vengan a la mente, todo lo que podrías hacer para cambiar ese aspecto de ti. En los aspectos que no puedas cambiar, o que no estén bajo tu control, apunta formas en que podrías reducir sus efectos, o cambiar tu percepción sobre los mismos. Por ejemplo, no puedes cambiar tu estatura, pero puedes usar zapatos de suela gruesa, o usar ropa que estilice tu figura y te haga lucir más alto.
Cuando termines, repasa la lista, y agrega cualquier aspecto que hayas pasado por alto, o las soluciones que te vengan a la mente de último momento.
Ya que hayas hecho eso, copia esa misma lista en limpio, pero escribe cada anotación en tiempo presente, como si fuera algo que ya seas o ya sea parte de ti, y cada solución o cambio como si fuera algo que ya hayas implementado.
§  Soy extrovertido

  •  No tengo miedo de decir lo que pienso.
  •  No necesito justificarme ante nadie.
  • Me atrevo a probar cosas nuevas.
  •  Vivo en el momento.

§  Difícilmente me enojo.
  • Estoy en contacto con mis emociones.
  • Me tomo las cosas con calma.
  • Me hago responsable de las cosas que suceden en mi vida.
  • Estoy consciente de mis decisiones, buenas o malas.
  • No me molesta un fracaso porque me permite aprender.
§  Me relaciono fácilmente con el sexo opuesto.
  • No tengo miedo de hablar con chicas desconocidas.
  • Es fácil para mí expresar mis deseos como hombre.
  • Estoy consciente de todas las cualidades que tengo que son atractivas para las mujeres.
  • Entiendo la dinámica entre hombres y mujeres.
  • Me gustan las chicas! Y me gusta estar con ellas.
  • Me siento cómodo y satisfecho conmigo mismo.
§  Soy más alto.
  • Uso zapatos de suela gruesa.
  • Uso ropa que me sienta bien y me hace sacar provecho de mi estatura.
  • Camino erguido y con la espalda recta. Mi lenguaje corporal es el adecuado.
§  Me expreso fácilmente en otros idiomas.
  • Aprendo fácilmente por que pongo atención.
  • Practico siempre que puedo hablando con personas extranjeras.
  • Veo películas y leo libros en los idiomas que deseo aprender mejor.
  • Aprendo una frase nueva todos los días.
Como verás, una pequeña lista de apenas 5 puntos se convirtió en una larga lista de cualidades positivas. ¿Qué tan larga es tu lista? ¿Cuántos cambios encontraste en ti?
¿En qué forma te sirve todo esto? Por ejemplo, el sólo hecho de querer ser más alto, no te hará ser más alto, pero la próxima vez que compres zapatos, te asegurarás de elegir unos que tengan una suela gruesa, y te sorprenderás a ti mismo llamándote la atención la próxima vez que te des cuenta que estás parado con la espalda encorvada. De la misma forma, si tu deseo es conocer más chicas, la próxima vez que tengas que elegir entre dos actividades, inconscientemente elegirás aquella que te dé más posibilidades de conocer chicas nuevas, o cuando sientas deseos de acercarte a hablar con una, sentirás menos ansiedad por hacerlo, ya que, en tu interior, estás consciente de lo que vales, y sabes que le resultarás atractivo. Y después de todo, te gusta conocer chicas nuevas, y a las chicas les gusta conocerte.
Guarda esta lista, y repásala frecuentemente. Si gustas, puedes pegarla en un lugar visible, como la puerta de tu armario, y leerla todos los días mientras te vistes antes de salir. O chécala antes de dormir.
En poco tiempo, estas creencias se habrán vuelto parte de ti, de tu personalidad.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario