El mayor error que puede cometer un
hombre a la hora de tener una cita con una mujer es obsesionarse con el tema,
es el pensar que la cita tiene que ser perfecta, que si ella lo dejará
plantado, que si superará las expectativas, que si tiene que besarla en la
primera o segunda cita, que cómo le pedirá tener sexo, etc.
Antes de una cita es imposible, y te lo repito… I-M-P-O-S-I-B-L-E, saber
qué sucederá en esa cita, no sabes si la besarás o tendrás sexo con ella, o
quizás no suceda nada y sólo sean conversaciones agradables.
Todo depende de cómo avance la interacción y de cómo vaya respondiendo
la chica. Muchos hombres se preguntan este tipo de
cosas como, ¿es bueno besarla en la primera cita?, ¿después
de cuántas citas debo pedirle tener sexo?.
El sexo no se pide, el beso puede ser en la primera cita, segunda,
tercera o hasta antes de la cita, quién demonios sabe eso!
La seducción es impredecible, y un verdadero seductor sólo toma riesgos.
Guíate por su lenguaje corporal y analiza si realmente está sintiendo
química, lo demás vendrá por añadidura, a veces, no es ni siquiera necesaria
una cita para besarla.
Sin embargo, hoy quiero comentarte dos trucos que en lo personal me han
servido bastante a la hora de invitar a salir a una mujer:
1. No la invites a través de mensajes de texto
A menos que ya hayas tenido citas con ella sí puedes hacerlo a través de
mensajes, pero si es la primera vez… NO.
Ni por Facebook, ni por Twitter, ni por BB, ni WhatsApp… tienes que
pasarlo al plano físico y real!
Si lo haces por mensajes la primera vez, te hace ver como:
·
Perdedor
·
Tímido
·
Cobarde
·
Un hombre que no tiene pene
Es mejor llamarla y que ella sienta en tu voz esa seguridad al invitarla
a salir, y dejarla con la intriga de que realmente lo pasarán genial.
2. Pasa por ella antes de la cita
No importa si vas en bus, taxi o en tu propio carro, lo ideal es que
antes de la cita la llames para confirmar que está en su casa o apartamento e
ir hasta allá, y luego ir al lugar de la cita.
¿Por qué?, simplemente porque ella saldrá con un desconocido que apenas
intercambió un par de llamadas, y no hará la inversión de gastar transporte
sólo para ver a ese desconocido.
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