Un error fatal que
se comete cuando conversas con una chica es que por el nerviosismo no la mires
a los ojos directamente, sino que parpadeas rápido y te distraes de cualquier
otra cosa que esté a tu alrededor.
Y esto se hace no porque no estés interesado en la
conversación o porque ella sea aburrida, sino porque el miedo de estar con una
chica hermosa no te permite sostener una mirada atractiva con ella.
Lo peor en algunos casos, es que a veces sí
sostienen una mirada, pero no es atractiva para ella, es decir, es como si
tuvieran una mirada de “cachorro regañado”, de un hombre inofensivo y que a la
vez está buscando algo de comer porque la confianza que tiene es demasiado
escasa.
La próxima vez que estés con una mujer trata de
mirarla más a los ojos, pero tampoco exageres haciéndolo todo el tiempo, pues
eso también te hará ver más como un necesitado, es decir, sólo mírala
directamente a los ojos cuando le hables, o cuando ella te esté hablando.
Te empezarás a dar cuenta que por sí solas se te
mostrarán más interesadas, pues mirarla directamente a los ojos es algo que
denota seguridad y confianza.
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